El hombre nunca debe mezclar la realidad con la
fantasía, ni tampoco separarlas; es la realidad la que lo conducirá a la fantasía,
porque es ahí donde yacen las más sinceras respuestas a sus más feroces
preguntas.
“Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad(el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual y singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de “estado límite”. Alejo Carpentier
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